El plan de 20 puntos del presidente de EE. UU., Donald Trump, para la paz en Oriente Medio, presentado hace dos meses, se ha estancado en su primera fase. El plan, que apuntaba a traer estabilidad a la región, no ha logrado hacer progresos significativos, según Bronwen Maddox, directora del prestigioso think tank Chatham House.

El plan, anunciado en una gala internacional, pretendía abordar el conflicto israelí-palestino de larga data. Sin embargo, el alto al fuego que facilitó en Gaza no ha llevado a una paz duradera, según Maddox le dijo al presentador Steve Clemons en una entrevista reciente. En cambio, los esfuerzos de Israel por desestabilizar a sus vecinos, como Siria, han exacerbado la situación, empujando a la región más hacia el conflicto.

El cronograma de implementación del plan es revelador. Han pasado dos meses desde su presentación, y la primera fase, que se centró en el desarrollo económico, aún no se ha completado. La falta de progreso ha generado preocupaciones sobre la viabilidad del plan y su potencial para traer una paz duradera a la región.

La comunidad internacional ha estado observando la situación de cerca, con muchos cuestionando la efectividad del plan. Las Naciones Unidas, por ejemplo, han expresado preocupaciones sobre el potencial del plan para exacerbate la crisis humanitaria en Gaza. La Unión Europea también ha pedido un enfoque más integral para abordar el conflicto israelí-palestino.

En el trasfondo, la compleja historia y política de la región han contribuido al punto muerto. El conflicto israelí-palestino ha estado en curso durante décadas, con ambos lados manteniendo posiciones profundamente arraigadas. La participación de actores externos, como Estados Unidos e Irán, ha complicado aún más la situación.

Mientras la situación en Oriente Medio sigue siendo volátil, la comunidad internacional espera con ansias un avance. Sin embargo, con la primera fase del plan estancada, queda por verse si la visión de Trump para un "nuevo Oriente Medio" se convertirá alguna vez en realidad.