BP ha acordado vender una participación del 65% en su división de aceites para motores Castrol a la firma de inversión estadounidense Stonepeak por $6 mil millones, en un trato que valúa el negocio de lubricantes en $10,1 mil millones. El gigante petrolero retendrá una participación del 35% en Castrol, que adquirió por primera vez en 2000.
Bajo los términos del acuerdo, BP recibirá $6 mil millones en efectivo, que planea utilizar para pagar deudas y centrarse en su negocio principal. La venta es un hito significativo en los planes de BP para reformar su negocio y reducir costos, como parte de un esfuerzo más amplio para fortalecer su hoja de balance y mejorar la rentabilidad.
El trato también es un paso clave en los esfuerzos de BP por cumplir su objetivo de vender activos por valor de $20 mil millones, anunciado en febrero. Con la venta de Castrol y otros anuncios anteriores, BP afirma que ahora está más de la mitad del camino para alcanzar ese objetivo. La decisión de la empresa de vender activos no principales es una respuesta a la presión de algunos inversionistas que se han frustrado por sus beneficios y precio de las acciones rezagados en comparación con rivales como Shell y Equinor de Noruega.
La venta de Castrol es una transacción significativa en el mercado global de lubricantes, que se espera alcance un tamaño de $134 mil millones para 2025, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 4,5%. El trato también es un voto de confianza en el negocio de aceites para motores, que se considera un área clave de crecimiento en el sector energético.
La decisión de BP de vender Castrol refleja un cambio más amplio en la estrategia de la empresa, alejándose de la inversión en energía verde y hacia su negocio principal de petróleo y gas. La empresa ha enfrentado críticas de algunos inversionistas que se han decepcionado por su falta de progreso en el sector de energía renovable, y la venta de Castrol se considera una forma de centrar recursos en su negocio principal.
El trato también es una victoria significativa para Stonepeak, que ha estado invirtiendo activamente en el sector energético en los últimos años. La firma tiene un historial sólido de inversión en activos de energía de transmisión y distribución, y el trato de Castrol se considera una adición clave a su cartera.
En términos de métricas financieras, la venta de Castrol se espera que genere una rentabilidad significativa para BP, con la empresa esperando recibir un múltiplo de 10 veces las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) para el negocio. El trato también se espera que tenga un impacto positivo en los niveles de deuda de BP, con la empresa planeando utilizar los ingresos para pagar su deuda y mejorar su calificación crediticia.
En general, la venta de Castrol es una transacción significativa en el sector energético global, y refleja un cambio más amplio en la estrategia de BP hacia su negocio principal de petróleo y gas. El trato se espera que tenga un impacto positivo en las finanzas y los niveles de deuda de la empresa, y se considera un paso clave en sus esfuerzos por fortalecer su hoja de balance y mejorar la rentabilidad.
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