El Kennedy Center está demandando al músico Chuck Redd por $1 millón en daños y perjuicios después de que este cancelara su actuación de Nochebuena en respuesta a la adición del nombre del expresidente Donald Trump al edificio. El presidente del Kennedy Center, Richard Grenell, acusó a Redd de "intolerancia clásica" y de causar un daño financiero significativo a la institución artística sin fines de lucro.
En una carta compartida con The Associated Press, Grenell declaró que la retirada de último minuto de Redd, que calificó de "maniobra política", fue una reacción directa al cambio de nombre del Kennedy Center en honor a los esfuerzos de Trump por apoyar a la institución. Redd, baterista y vibrafonista que ha presentado Jazz Jams navideños en el Kennedy Center desde 2006, confirmó su cancelación en un correo electrónico a la AP el miércoles. "Cuando vi el cambio de nombre en el sitio web del Kennedy Center y, horas más tarde, en el edificio, decidí cancelar nuestro concierto", explicó Redd.
La decisión del Kennedy Center de honrar a Trump desató la controversia dentro de la comunidad artística, lo que puso de relieve la intersección de la política y la cultura. Los expertos del sector señalan que este tipo de disputas pueden afectar la reputación de una institución y su capacidad para atraer talento y financiación. La cancelación también subraya la creciente polarización dentro de la industria del entretenimiento, donde a menudo se presiona a los artistas para que adopten posturas públicas sobre cuestiones políticas.
El Jazz Jam navideño anual, tradicionalmente un evento popular, atrae a un público diverso y contribuye significativamente a la programación navideña del Kennedy Center. Redd sucedió al bajista William Keter Betts como anfitrión del evento. La abrupta cancelación dejó al Kennedy Center luchando por encontrar un reemplazo para la actuación de Nochebuena, lo que podría afectar a la venta de entradas y a la satisfacción general del público.
Hasta el viernes, Redd no había respondido a la demanda de daños y perjuicios de Grenell. El Kennedy Center no ha especificado cómo planea llevar adelante la reclamación de $1 millón. El incidente plantea interrogantes sobre las obligaciones contractuales de los artistas y hasta qué punto las creencias políticas pueden influir en los compromisos artísticos. La disputa está en curso y se esperan nuevos acontecimientos a medida que ambas partes consideren sus próximos pasos.
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