Trump le dijo a Politico que ordenó los ataques como "un regalo de Navidad", contradiciendo las declaraciones de funcionarios nigerianos. El número de víctimas sigue sin estar claro, pero tanto funcionarios estadounidenses como nigerianos confirmaron muertes de militantes.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Nigeria, Yusuf Maitama Tuggar, le dijo a la BBC que la operación fue una "operación conjunta" planeada "desde hace bastante tiempo" utilizando inteligencia proporcionada por Nigeria. Enfatizó que los ataques "no tenían nada que ver con una religión en particular" y no descartó más acciones. Con respecto al momento, Tuggar declaró que no tenía "nada que ver con la Navidad", a pesar de las afirmaciones de Trump. Trump, en su entrevista con Politico, afirmó que los ataques aéreos se planearon inicialmente para una fecha anterior.

Los ataques ocurrieron en una región donde militantes vinculados al EI han estado tratando de afianzarse. El estado de Sokoto, ubicado en el noroeste de Nigeria, comparte frontera con Níger, lo que lo convierte en un lugar estratégico para los grupos militantes que buscan expandir sus operaciones. El ejército estadounidense ha estado monitoreando la región durante algún tiempo, evaluando la amenaza que representan estos grupos.

El uso de la IA en operaciones militares, como la identificación de objetivos y la recopilación de inteligencia, es cada vez más frecuente. Los algoritmos de IA pueden analizar grandes cantidades de datos, incluidas imágenes satelitales y publicaciones en redes sociales, para identificar objetivos potenciales y evaluar el riesgo de víctimas civiles. Esta tecnología puede mejorar la precisión de los ataques y reducir la probabilidad de daños no intencionales. Sin embargo, el uso de la IA en la guerra también plantea preocupaciones éticas sobre la rendición de cuentas y el potencial de sesgo en los algoritmos.

El gobierno nigeriano ha estado trabajando para contrarrestar la propagación del extremismo islámico en el país, particularmente en el norte. La operación conjunta con los EE. UU. refleja una creciente asociación entre los dos países en la lucha contra el terrorismo. Los ataques tienen como objetivo interrumpir las actividades de los militantes vinculados al EI y evitar que establezcan una presencia más fuerte en la región.

La situación sigue siendo fluida, y tanto los funcionarios estadounidenses como los nigerianos están monitoreando de cerca la región. Se pueden llevar a cabo más ataques si se considera necesario para abordar la amenaza que representan los militantes vinculados al EI. El impacto a largo plazo de estos ataques en la situación de seguridad en el noroeste de Nigeria está aún por verse.