Seis influencers anunciaron recientemente su salida del grupo de esports FaZe Clan tras unas negociaciones contractuales fallidas con la nueva dirección de la organización. Los influencers, conocidos como Adapt, Jason, Ronaldo, Lacy, Rage y Silky, constituían toda la plantilla que figuraba en el sitio web de FaZe Clan, según Bloomberg.
Adapt, en una publicación en X, declaró que había pasado 14 años con FaZe Clan, y añadió: "Más de la mitad de mi vida, mentiría si dijera que esto no duele, pero tenía que hacerse". Otro antiguo miembro de FaZe Clan que se marchó en agosto describió la situación como una en la que los influencers sentían que carecían de control, comparándola con ser "marionetas". Según se informa, los influencers habían estado negociando con el inversor de FaZe Clan, HardScope, y su CEO, Matt Kalish, durante los últimos seis meses.
Kalish declaró a Bloomberg que tiene la intención de continuar con el grupo sin los influencers que se marchan. "Mi mejor suposición es que todos son buenos chicos y tienen mucha gente al oído y están confundidos", dijo. También afirmó que la estructura financiera actual del grupo es insostenible.
La marcha de estos influencers plantea interrogantes sobre la futura dirección de FaZe Clan y la evolución de la dinámica entre las organizaciones de esports y sus creadores de contenido. La situación pone de manifiesto la complejidad de la gestión del talento en la era digital, donde los influencers ejercen un poder y un reconocimiento de marca significativos. Las plataformas impulsadas por la IA se utilizan cada vez más para analizar el rendimiento de los influencers y predecir la participación de la audiencia, lo que podría influir en las negociaciones contractuales y las decisiones de gestión. Sin embargo, el elemento humano del control creativo y la compensación justa sigue siendo crucial para mantener relaciones positivas entre las organizaciones y su talento.
FaZe Clan salió a bolsa en 2022, pero fue adquirida por GameSquare por 17 millones de dólares al año siguiente, y su CEO fue despedido posteriormente. La adquisición y los consiguientes cambios en la dirección parecen haber contribuido a las actuales tensiones entre la organización y sus influencers. El uso de la IA en la gestión de los esports, incluyendo la búsqueda de talentos y la optimización de contenidos, es cada vez más frecuente. Estas tecnologías pueden proporcionar información basada en datos para mejorar el rendimiento y la participación. Sin embargo, las implicaciones éticas de depender demasiado de la IA, en particular en áreas como la negociación de contratos y la gestión del talento, requieren una cuidadosa consideración. El equilibrio entre la toma de decisiones basada en datos y el juicio humano es esencial para fomentar un ecosistema de esports sostenible y equitativo.
El plan de Kalish de continuar con FaZe Clan sin los influencers que se marcharon sugiere un posible cambio de estrategia para la organización. El éxito de esta nueva dirección dependerá de su capacidad para atraer y retener nuevos talentos, adaptarse a la evolución de la dinámica del mercado y abordar los problemas financieros subyacentes que Kalish identificó. La situación subraya la necesidad de que las organizaciones de esports desarrollen modelos de negocio sostenibles y fomenten relaciones transparentes con sus creadores de contenido para garantizar su viabilidad a largo plazo.
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