Los votantes en Guinea participaron en las elecciones presidenciales el domingo mientras la junta militar gobernante de la nación, liderada por el coronel Mamady Doumbouya, buscaba consolidar su autoridad tras un período de transición de cuatro años. Doumbouya, quien tomó el poder en un golpe de Estado en 2021, inicialmente prometió ceder el control después de organizar elecciones, pero se incumplieron múltiples plazos para la restauración del gobierno civil.
Doumbouya introdujo una nueva Constitución que le permitió presentarse a la presidencia. La elección sigue un patrón visto en varias naciones africanas este año, donde los líderes incumbentes han restringido la participación de rivales políticos clave. Entre los que no pudieron presentarse se encontraban los ex Primeros Ministros Cellou Dalein Diallo y Sidya Touré, así como Alpha Condé, el presidente al que Doumbouya derrocó. Condé, el primer presidente elegido democráticamente de Guinea, había provocado protestas generalizadas al eliminar los límites de mandato para asegurarse un tercer mandato.
Abdoulaye Yéro Baldé, un economista que anteriormente se desempeñó como ministro de educación superior, surgió como el principal rival de Doumbouya. A pesar de las preocupaciones sobre el clima político, Baldé enfatizó la importancia de la participación, afirmando: "El ambiente no es propicio, pero tenemos que mantenernos firmes".
El golpe de Estado de 2021, liderado por Doumbouya, se produjo tras la controvertida decisión de Condé de buscar un tercer mandato en el cargo. La medida de Condé se encontró con una importante oposición, lo que provocó inestabilidad política y, en última instancia, la intervención militar. Las acciones posteriores de Doumbouya, incluida la extensión del período de transición y los cambios constitucionales, han suscitado críticas de grupos de la oposición y observadores internacionales.
El resultado de la elección y su impacto potencial en el futuro político de Guinea siguen siendo inciertos. La elección se considera una coyuntura crítica para la nación, que pone a prueba el compromiso de la junta de volver a la transición al gobierno civil y abordar las preocupaciones sobre la gobernanza democrática.
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