El domingo, protestas y enfrentamientos estallaron en las regiones costeras de Siria, marcando un resurgimiento de las tensiones sectarias tras el derrocamiento del régimen de Bashar al-Assad un año antes. Los disturbios incluyeron disparos dirigidos a las fuerzas de seguridad sirias en la rotonda de al-Azhari en Latakia y un ataque con granadas de mano contra la estación de policía de al-Anaza en el distrito de Banias de la gobernación de Tartous, según informes.
Las protestas fueron organizadas principalmente por miembros de la minoría alauita, la misma secta a la que pertenecía al-Assad. Los manifestantes en Latakia pidieron específicamente el federalismo y el fin de lo que describieron como asesinatos y violaciones contra los alauitas, informó Reuters. El catalizador de las manifestaciones fueron las muertes reportadas de al menos ocho alauitas en incidentes recientes.
La situación en Siria sigue siendo volátil después de años de guerra civil y agitación política. El derrocamiento del régimen de al-Assad, aunque inicialmente aclamado por algunos como un paso hacia la democracia, ha creado un vacío de poder y ha exacerbado las divisiones sectarias existentes. Los alauitas, que ostentaban un poder significativo bajo al-Assad, ahora se encuentran en una posición vulnerable, temiendo la marginación y la persecución.
El llamado al federalismo refleja un deseo entre algunos alauitas de una mayor autonomía y protección dentro de un estado sirio reestructurado. Sin embargo, el concepto de federalismo es polémico, y los opositores argumentan que podría conducir a una mayor fragmentación del país según líneas sectarias.
La situación de seguridad en Siria se complica aún más por la presencia de varios grupos armados, incluidos remanentes de ISIS y otras organizaciones extremistas. Países vecinos, como Israel y Jordania, también han participado en acciones militares dentro de Siria, apuntando a milicias respaldadas por Irán y operaciones de contrabando de drogas, respectivamente.
El gobierno sirio aún no ha emitido una respuesta integral a las protestas y las demandas de la comunidad alauita. Los próximos pasos inmediatos son inciertos, pero los analistas sugieren que el gobierno probablemente intentará sofocar los disturbios mediante una combinación de medidas de seguridad y negociaciones políticas. La estabilidad a largo plazo de Siria depende de abordar las quejas subyacentes de sus diversas comunidades y establecer un sistema político más inclusivo y representativo.
Discussion
Join the conversation
Be the first to comment