Kevin Hassett, un economista que anteriormente asesoró a campañas presidenciales republicanas, ha modificado sus puntos de vista sobre política económica para alinearlos con la agenda del presidente Trump, lo que plantea interrogantes sobre su posible nominación como presidente de la Reserva Federal. Hassett, que en el pasado fue defensor del libre comercio y del aumento de la inmigración, ahora apoya los aranceles y afirma que las deportaciones benefician al mercado laboral, un marcado contraste con sus posturas anteriores.
Como director del Consejo Económico Nacional del presidente Trump, los puntos de vista de Hassett han evolucionado significativamente. Anteriormente, durante su etapa como académico en el American Enterprise Institute, defendió los principios económicos conservadores clásicos. Esta transformación ha sorprendido a muchos que lo conocen desde hace años.
El apoyo de Hassett a los aranceles contradice su anterior creencia en el libre comercio como camino hacia la prosperidad nacional. Ahora afirma que los aranceles tienen un impacto mínimo en los precios al consumidor, una afirmación que muchos economistas discuten. Además, su postura sobre la inmigración también ha cambiado.
"Cuando los trabajadores nacidos en el extranjero se van, entonces se crean puestos de trabajo para las personas nacidas en el país", dijo Hassett en el programa "Face the Nation" de la CBS este mes. Explicó que muchos de los que abandonaron la fuerza laboral eran inmigrantes ilegales. "En lugar de tener, ya sabes, básicamente gente ilegal que viene y quita puestos de trabajo a los estadounidenses nativos a bajos salarios, estamos viendo a gente reincorporarse a la fuerza laboral con salarios altos".
Estas declaraciones reflejan una desviación de su anterior defensa del aumento de la inmigración, que creía que era beneficiosa para la economía. El cambio en las posiciones políticas de Hassett coincide con su papel en la administración Trump, lo que lleva a especular que ha adaptado sus puntos de vista para alinearlos con las políticas del presidente.
La posible nominación de Hassett como presidente de la Reserva Federal plantea preocupaciones sobre la independencia del banco central. Los críticos argumentan que su disposición a alterar sus puntos de vista económicos para adaptarlos a la agenda de la administración podría comprometer su capacidad para tomar decisiones imparciales con respecto a la política monetaria. El proceso de selección para el próximo presidente de la Fed está en curso, y Hassett sigue siendo un posible candidato.
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