En septiembre de 2025, un vuelo de Widerøe Airlines que intentaba aterrizar en Vardø, Noruega, experimentó interferencias en el GPS, lo que puso de relieve la creciente vulnerabilidad de los sistemas de navegación por satélite a la inhibición de señales. El incidente ocurrió aproximadamente a 40 millas de la costa rusa, durante los ejercicios militares Zapad-2025 de Rusia, que simulaban un escenario de conflicto.
El vuelo se acercaba a Vardø con una capa de nubes bajas y visibilidad limitada, condiciones en las que los pilotos dependen en gran medida del GPS para realizar aterrizajes seguros. Funcionarios europeos habían observado frecuentes interferencias en el GPS en la región antes del ejercicio Zapad-2025. Sospechaban que las fuerzas rusas estaban empleando tecnología para destruir señales de GPS, una táctica que, según se informa, se utiliza tanto en entrenamientos como en situaciones de conflicto reales. Rusia ha negado previamente algunas acusaciones de interferencia en el GPS.
La inhibición de señales de GPS, la interrupción deliberada de las señales de GPS, representa una amenaza significativa para varios sectores a nivel mundial, incluyendo la aviación, la navegación marítima y la infraestructura crítica que depende de datos precisos de tiempo y ubicación. La vulnerabilidad se debe a la relativa debilidad de la señal de los satélites GPS, lo que los hace susceptibles a la interferencia de inhibidores terrestres.
El incidente en Noruega subraya una preocupación más amplia sobre la militarización de las capacidades de guerra electrónica y su potencial para perturbar las actividades civiles. A medida que aumentan las tensiones geopolíticas, el uso de la inhibición de señales de GPS como herramienta de coerción o disrupción se está volviendo cada vez más frecuente, particularmente en regiones con una mayor actividad militar.
La comunidad internacional está lidiando con la forma de abordar el desafío de la inhibición de señales de GPS. Las posibles soluciones incluyen el desarrollo de receptores GPS más resistentes, el despliegue de sistemas de navegación alternativos y el establecimiento de normas internacionales para disuadir el uso malicioso de la tecnología de inhibición. Algunos países están invirtiendo en sistemas de navegación terrestres mejorados como respaldo del GPS, mientras que otros están explorando el uso de constelaciones de satélites alternativas.
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