Las autoridades nepalíes están desechando un plan de depósito por residuos diseñado para animar a los escaladores a retirar basura del Monte Everest, citando su ineficacia tras 11 años de funcionamiento. El plan exigía a los escaladores pagar un depósito de $4,000, reembolsable al regresar con al menos 8 kilogramos (18 libras) de residuos.
Himal Gautam, director del departamento de turismo, declaró a la BBC que el problema de la basura había persistido y que el plan de depósito se había convertido en una carga administrativa. Los funcionarios estiman que aproximadamente 50 toneladas de residuos ensucian el pico más alto del mundo. El plan se implementó para abordar este creciente problema ambiental.
La iniciativa tenía como objetivo incentivar a los escaladores a limpiar después de sí mismos y de otros, reduciendo el impacto ambiental del montañismo en el Everest. Sin embargo, el plan no logró producir mejoras significativas en la reducción de residuos. Las campañas de limpieza se han centrado normalmente en los campamentos inferiores debido a los desafíos logísticos y los altos costos asociados con la operación en altitudes más elevadas. David Liano, un experto en el Everest, señaló las dificultades de la gestión de residuos en los campamentos más altos.
El fracaso del plan de depósito pone de relieve la complejidad de la gestión de residuos en entornos extremos. El ministerio de turismo y los funcionarios del departamento de montañismo están explorando ahora estrategias alternativas para abordar el problema actual de la acumulación de residuos en el Monte Everest. Estas estrategias pueden incluir regulaciones mejoradas, mayor monitoreo y una infraestructura de gestión de residuos mejorada.
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