Las filtraciones de datos, fugas, ataques de ransomware, extorsión digital y ataques patrocinados por estados siguieron siendo una preocupación constante durante todo el año, afectando tanto al sector público como al privado. Varios incidentes de ciberseguridad significativos marcaron el año, planteando interrogantes sobre las prácticas de seguridad de datos y la vulnerabilidad de los sistemas interconectados.
Una tendencia notable involucró ataques dirigidos a integraciones de terceros con plataformas importantes. Por ejemplo, el gigante de la gestión de ventas Salesforce experimentó filtraciones de datos, no a través de una vulneración directa de sus propios sistemas, sino a través de vulnerabilidades en sus integraciones de contratistas externos, incluidos los de Gainsight y Salesloft. El Grupo de Inteligencia de Amenazas de Google informó en agosto que algunos datos de Google Workspace se vieron comprometidos como parte de una violación que afectó a la plataforma de ventas y marketing Drift, que se integra con Salesloft. Si bien no fue un hackeo directo de Google Workspace, el incidente destacó los riesgos asociados con los ecosistemas digitales interconectados.
Estos incidentes subrayan la creciente complejidad de las amenazas a la ciberseguridad y los desafíos de proteger los datos en múltiples plataformas y proveedores. Los expertos en seguridad recomiendan que las organizaciones realicen evaluaciones de riesgos exhaustivas de sus proveedores externos e implementen medidas de seguridad sólidas para protegerse contra posibles violaciones. Los incidentes también provocaron debates entre los responsables políticos sobre la necesidad de regulaciones y supervisión más estrictas de las prácticas de seguridad de datos, en particular para las empresas que manejan información confidencial de los consumidores.
Discussion
Join the conversation
Be the first to comment