Kevin Hassett, un economista que anteriormente asesoró a campañas presidenciales republicanas, ha modificado sus puntos de vista sobre políticas para alinearse con la agenda del presidente Trump, lo que plantea interrogantes sobre su posible nominación como presidente de la Reserva Federal. Hassett, que en su día fue defensor del libre comercio y del aumento de la inmigración, ahora apoya los aranceles y argumenta que las deportaciones benefician al mercado laboral, un marcado contraste con sus posturas anteriores.
Como director del Consejo Económico Nacional del presidente Trump, las posiciones revisadas de Hassett han sorprendido a quienes están familiarizados con su trayectoria profesional de décadas en el American Enterprise Institute. Anteriormente, defendió los principios económicos conservadores clásicos, abogando por políticas que ahora están en desacuerdo con el enfoque de la administración Trump.
Las recientes declaraciones de Hassett en "Face the Nation" de la CBS ejemplifican este cambio. Afirmó que la salida de trabajadores nacidos en el extranjero crea oportunidades de empleo para los estadounidenses nativos, argumentando que "en lugar de tener, ya sabes, básicamente gente ilegal que viene y quita puestos de trabajo a los estadounidenses nativos con salarios bajos, estamos viendo a gente reincorporarse a la fuerza laboral con salarios altos". Esta afirmación se desvía de su anterior apoyo a la inmigración como una fuerza económica positiva.
La transformación en los puntos de vista de Hassett sobre políticas plantea interrogantes sobre la influencia de la presión política en los asesores económicos. Si bien los modelos económicos y el análisis de datos se utilizan normalmente para fundamentar las recomendaciones de políticas, el caso de Hassett sugiere que las consideraciones políticas pueden desempeñar un papel importante en la configuración de las narrativas económicas. Esto suscita preocupación por la objetividad y la fiabilidad del asesoramiento económico que se proporciona a los responsables políticos.
La posible nominación de Hassett como presidente de la Reserva Federal complica aún más la situación. Se espera que la Fed opere independientemente de la influencia política, tomando decisiones basadas en datos y análisis económicos. La aparente voluntad de Hassett de ajustar sus puntos de vista para alinearse con la administración Trump podría suscitar preocupación sobre su capacidad para mantener la independencia y la credibilidad de la Fed. El proceso de selección del próximo presidente de la Fed está en curso, y Hassett sigue siendo un posible candidato.
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