En Estados Unidos, sobrevivir a un desastre depende cada vez más de lo que uno pueda permitirse. Una cruda realidad surgió a medida que los desastres climáticos se intensificaban. Los ricos ahora acceden a servicios premium para la recuperación. Esta tendencia destaca una creciente disparidad en la resiliencia ante desastres.

En diciembre de 2025, los Óscar regalaron a los asistentes una suscripción a Bright Harbor. Este servicio de recuperación ante desastres de guante blanco atiende a la élite. Ganó popularidad después de los devastadores incendios forestales en Los Ángeles el pasado enero. El servicio ofrece un apoyo integral. Esto incluye la gestión de FEMA y la gestión de la logística.

El impacto inmediato es un sistema de recuperación de dos niveles. Aquellos con recursos se recuperan rápidamente. Otros se enfrentan a obstáculos burocráticos y dificultades prolongadas. Esto exacerba las desigualdades existentes.

El cambio climático alimenta desastres más frecuentes e intensos. Esto afecta de manera desproporcionada a las comunidades vulnerables. El capitalismo de desastre ya no es teórico. Es una realidad vivida.

El futuro exige una preparación equitativa ante los desastres. Se necesitan cambios en las políticas para garantizar un acceso justo a los recursos. Abordar el cambio climático es crucial. El enfoque debe cambiar para proteger a todos los ciudadanos, no solo a los pocos privilegiados.