Los avances en la inteligencia artificial han mejorado significativamente la tecnología de las aplicaciones de dictado, lo que ha provocado un aumento en su popularidad para 2025. Históricamente, las aplicaciones de dictado tenían problemas de precisión y velocidad, y a menudo requerían que los usuarios hablaran con acentos específicos y una enunciación clara. Sin embargo, los recientes avances en los modelos de lenguaje grandes (LLM) y los modelos de voz a texto han permitido que estos sistemas descifren mejor el habla, manteniendo al mismo tiempo la comprensión contextual para mejorar el formato del texto.

Los desarrolladores han integrado funciones que formatean automáticamente el texto, eliminan las muletillas y descartan los tropiezos, lo que da como resultado un resultado más limpio y pulido que requiere menos edición. El aumento de la accesibilidad y la eficiencia de estas herramientas impulsadas por la IA ha llevado a una proliferación de aplicaciones de dictado en el mercado.

Un ejemplo notable es Wispr Flow, una aplicación de dictado de IA bien financiada diseñada para permitir a los usuarios agregar palabras e instrucciones personalizadas. Wispr Flow ofrece aplicaciones nativas para MacOS, Windows e iOS, con una versión para Android actualmente en desarrollo. La aplicación permite a los usuarios personalizar las transcripciones seleccionando entre estilos formales, informales y muy informales adaptados a diferentes necesidades de escritura, como mensajería personal, correspondencia profesional y composición de correo electrónico. La compañía también promociona su compatibilidad con herramientas de codificación vibe como Cursor.