En el otoño de 2018, altos dirigentes sirios se reunieron en el palacio presidencial de Bashar al-Assad para discutir estrategias para ocultar pruebas de fosas comunes e instalaciones de tortura, según dos personas informadas sobre la reunión. La reunión, celebrada en el palacio presidencial con vistas a Damasco, fue motivada por las crecientes filtraciones sobre los presuntos abusos contra los derechos humanos cometidos por el régimen.

Una propuesta, presentada por Kamal Hassan, quien dirigía una infame rama de Siria, consistía en borrar las identidades de los sirios que murieron en prisiones secretas de los registros oficiales, eliminando así cualquier rastro documental, según las fuentes. La reunión destaca los esfuerzos del régimen de Assad para, presuntamente, encubrir posibles crímenes de guerra.

Los detalles surgieron de una investigación de un año de duración realizada por periodistas que revisaron miles de páginas de documentos y entrevistaron a docenas de ex funcionarios de la era de Assad. La investigación arroja luz sobre el funcionamiento interno del gobierno sirio y sus presuntos intentos de evadir la rendición de cuentas por las violaciones de los derechos humanos.

El gobierno sirio aún no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre las acusaciones. Las afirmaciones se producen en medio del continuo escrutinio internacional de las acciones del régimen de Assad durante la guerra civil siria, que comenzó en 2011. Varias organizaciones internacionales han acusado al gobierno sirio de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Los presuntos esfuerzos de encubrimiento coinciden con los intentos en curso de responsabilizar al régimen de Assad a través de mecanismos legales internacionales. Sin embargo, el progreso ha sido lento, obstaculizado por las divisiones políticas y las complejidades de la recopilación de pruebas en una zona de conflicto. Las fotografías de sirios desaparecidos pegadas en un monumento en una plaza pública de Damasco el pasado mes de enero sirven como un crudo recordatorio del destino sin resolver de miles de personas.