La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y otras organizaciones que representan a investigadores médicos anunciaron el lunes que llegaron a un acuerdo con el gobierno federal en una demanda relacionada con solicitudes de subvenciones de investigación rechazadas bajo una política que posteriormente fue anulada por los tribunales. El acuerdo, que está a la espera de la aprobación judicial, exige que los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) reinicien las revisiones de las subvenciones previamente bloqueadas debido a objeciones ideológicas planteadas durante la administración Trump.
Si bien el acuerdo no garantiza la financiación de las subvenciones, asegura que se someterán al proceso estándar de revisión por pares, un paso crucial en la asignación de fondos científicos. Estas subvenciones fueron inicialmente rechazadas sin revisión basándose en la oposición ideológica de la administración Trump a su contenido. La política que condujo a estos rechazos fue posteriormente considerada "arbitraria y caprichosa", violando la Ley de Procedimiento Administrativo. Esta decisión fue posteriormente confirmada por la Corte Suprema.
Las subvenciones rechazadas cubrían una variedad de áreas de investigación médica. Los expertos sugieren que la investigación estancada podría haber tenido implicaciones para la comprensión y el tratamiento de diversas afecciones, desde la salud reproductiva hasta la prevención de enfermedades. El retraso en la financiación de estos proyectos potencialmente ralentizó los avances en estas áreas críticas de la ciencia médica.
"Este acuerdo es una victoria para la integridad científica y el principio de que las decisiones de financiación deben basarse en el mérito, no en la ideología política", declaró un representante de la ACLU. "El proceso de revisión por pares es esencial para garantizar que la investigación más prometedora reciba el apoyo que necesita".
La administración Trump, poco después de asumir el cargo, identificó varias categorías de investigación que no apoyaría, algunas de las cuales estaban vagamente definidas. Esto llevó al rechazo de solicitudes de subvenciones que los investigadores creían que se alineaban con la misión del NIH de promover la investigación relacionada con la salud. La demanda argumentaba que estos rechazos socavaban la integridad del proceso científico y obstaculizaban el progreso médico.
El NIH declinó hacer comentarios sobre los detalles del acuerdo, pero afirmó su compromiso con un proceso de revisión de subvenciones riguroso e imparcial. La agencia enfatizó que todas las solicitudes de subvenciones se evalúan en función del mérito científico, la importancia y el potencial para mejorar la salud pública.
El siguiente paso implica la aprobación del acuerdo por parte del juez. Si se aprueba, el NIH comenzará el proceso de reevaluación de las solicitudes de subvenciones previamente rechazadas. Los investigadores cuyas subvenciones se vieron afectadas tendrán la oportunidad de actualizar sus solicitudes para reflejar cualquier novedad en sus respectivos campos. El resultado de estas reevaluaciones sigue siendo incierto, pero los investigadores expresan la esperanza de que su trabajo finalmente reciba una consideración justa.
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