Como parte de un esfuerzo estatal para mitigar el impacto de eventos climáticos cada vez más severos, Nueva Jersey ha comprado y demolido aproximadamente 1200 propiedades en áreas propensas a inundaciones. La iniciativa tiene como objetivo reducir el riesgo de inundaciones para los residentes y restaurar la tierra a espacios abiertos, proporcionando una barrera natural contra futuras tormentas.
El programa se dirige a comunidades como Manville, un pueblo de clase trabajadora de 11 000 residentes ubicado a unas 25 millas al suroeste de Newark, que tiene una larga historia de inundaciones provocadas por tormentas tropicales, "nor'easters" y fuertes lluvias. Richard Onderko, un antiguo residente de Manville, recordó la constante amenaza de inundaciones que tensó el matrimonio de sus padres y finalmente los llevó a mudarse. Su casa de la infancia en North Second Avenue fue finalmente vendida al programa estatal en 2015 después de que el nuevo propietario también tuviera problemas con las repetidas inundaciones.
El programa de compra del estado se financia a través de una combinación de recursos estatales y federales y es administrado por el Departamento de Protección Ambiental de Nueva Jersey. El programa identifica las propiedades que han experimentado inundaciones repetidas y ofrece a los propietarios un valor justo de mercado por sus viviendas. Una vez compradas, las casas son demolidas y el terreno se conserva permanentemente como espacio abierto.
La iniciativa refleja un creciente reconocimiento de la necesidad de medidas proactivas para abordar la creciente frecuencia e intensidad de los eventos de inundación, impulsados en parte por el cambio climático. Al eliminar las estructuras de las llanuras aluviales, el programa tiene como objetivo reducir el costo financiero y emocional de las inundaciones en los propietarios y las comunidades.
Si bien el programa de compra ha sido elogiado por muchos como un paso necesario para proteger a los residentes y reducir los riesgos de inundación, también ha enfrentado desafíos. Algunos propietarios se resisten a vender sus casas, incluso si están ubicadas en áreas propensas a inundaciones, debido al valor sentimental o a la preocupación por encontrar viviendas asequibles en otros lugares. Otros han criticado el programa por no avanzar lo suficientemente rápido para abordar las necesidades urgentes de las comunidades que enfrentan inundaciones repetidas.
El estado continúa buscando fondos adicionales y explorando enfoques innovadores para la mitigación de inundaciones, incluida la construcción de infraestructura de control de inundaciones y la implementación de códigos de construcción más estrictos en áreas propensas a inundaciones. El objetivo a largo plazo es crear comunidades más resilientes que puedan resistir los impactos del cambio climático y proteger a los residentes de los efectos devastadores de las inundaciones.
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