China ha instado a los Países Bajos a revertir su intervención en las operaciones de Nexperia, un fabricante de chips propiedad de la entidad china Wingtech, acusando al gobierno holandés de perturbar las cadenas de suministro globales. El Ministerio de Comercio chino declaró el miércoles que los Países Bajos deberían "corregir inmediatamente su error" y cesar lo que describió como "injerencia administrativa indebida" en la empresa.
El gobierno holandés emitió una orden en septiembre que restringía la capacidad de Nexperia para tomar decisiones importantes sin la aprobación previa del gobierno. Esta acción fue motivada por la preocupación de que Wingtech, el propietario chino de Nexperia, tuviera la intención de trasladar las instalaciones de producción europeas a China. Los Países Bajos citaron la necesidad de salvaguardar su suministro de chips como una justificación clave para la orden.
La medida del gobierno holandés pone de relieve la creciente preocupación en Europa y Estados Unidos con respecto al potencial de China para dominar industrias clave, particularmente en el sector tecnológico. Los semiconductores, o chips, son componentes esenciales en una amplia gama de productos, desde teléfonos inteligentes y automóviles hasta equipos militares. Por lo tanto, el control sobre la producción de chips se considera una cuestión de seguridad nacional y competitividad económica.
Nexperia, con sede en Nijmegen, Países Bajos, se especializa en la producción de dispositivos discretos, lógicos y MOSFET. Estos componentes se utilizan en diversas industrias, incluidas la automotriz, la industrial, la informática y la electrónica de consumo. La empresa tiene una larga historia en los Países Bajos, ya que formó parte de Philips antes de ser adquirida por Wingtech en 2017.
La intervención en las operaciones de Nexperia refleja una tendencia más amplia de mayor escrutinio de las inversiones chinas en sectores estratégicos en Europa. Varios países europeos han endurecido sus mecanismos de control de la inversión extranjera en los últimos años, en parte en respuesta a las preocupaciones sobre la transferencia de tecnología y la seguridad nacional. La Unión Europea también ha estado trabajando para fortalecer su propia industria de semiconductores, con el objetivo de reducir su dependencia de proveedores extranjeros, incluidos los de Asia.
La respuesta del gobierno chino subraya la importancia que concede a la protección de las inversiones extranjeras de sus empresas y a garantizar el acceso a tecnologías críticas. China ha estado invirtiendo fuertemente en su industria nacional de semiconductores en los últimos años, buscando ser autosuficiente en la producción de chips. Sin embargo, todavía depende de proveedores extranjeros para chips avanzados y equipos de fabricación.
Es probable que la disputa sobre Nexperia tensione aún más las relaciones entre China y los Países Bajos, así como entre China y la Unión Europea en general. También destaca las crecientes tensiones entre la cooperación económica y las preocupaciones de seguridad nacional en el panorama tecnológico mundial. Los próximos pasos probablemente implicarán nuevas negociaciones entre los dos países y, potencialmente, impugnaciones legales a la intervención del gobierno holandés.
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