El presidente Donald Trump confirmó esta semana que el ejército de Estados Unidos atacó una instalación portuaria en Venezuela, lo que marca la primera acción militar reconocida en territorio venezolano bajo su administración. El ataque, que ocurrió a principios de esta semana, tuvo como objetivo una instalación que, según Estados Unidos, se utiliza para cargar embarcaciones involucradas en el tráfico de drogas.
En declaraciones a los periodistas durante una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Florida, Trump declaró que se produjo una explosión en la instalación venezolana. Estados Unidos había estado apuntando al transporte marítimo venezolano en el Caribe y el Pacífico oriental desde septiembre de 2025, citando preocupaciones sobre el tráfico de drogas y los envíos de petróleo sancionados.
El gobierno venezolano ha condenado el ataque como una violación del derecho internacional y un acto de agresión. En un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, los funcionarios afirmaron que la instalación se utilizaba con fines civiles y que Estados Unidos no proporcionó ninguna evidencia que respaldara sus afirmaciones de tráfico de drogas. Exigieron el cese inmediato de toda actividad militar estadounidense en la región.
Este incidente sigue al reciente anuncio del presidente Trump de un "bloqueo" a todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela. El 20 de diciembre de 2025, un buque de la Guardia Costera de EE. UU. interceptó el Centuries, con bandera de Panamá, al este de Barbados, lo que intensificó aún más las tensiones en la región.
El ataque en Venezuela es parte de una política estadounidense más amplia destinada a ejercer presión sobre el régimen de Maduro. La administración Trump ha acusado constantemente al gobierno venezolano de corrupción, abusos contra los derechos humanos e implicación en actividades ilícitas. Estas acusaciones han sido negadas repetidamente por funcionarios venezolanos.
Además del ataque venezolano, también se informó de una acción militar estadounidense en el Pacífico, donde, según los informes, misiles mataron a dos personas. El gobierno de Estados Unidos aún no ha comentado sobre estos informes.
Irán ha advertido sobre una respuesta severa a raíz de lo que describe como la nueva amenaza de ataques de Trump, lo que genera preocupación sobre una mayor escalada del conflicto en la región. La situación sigue siendo fluida y la posibilidad de nuevas acciones militares sigue siendo una preocupación para los observadores regionales e internacionales.
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