En 2025, Israel llevó a cabo aproximadamente 10.600 ataques en varios países, incluidos Gaza, la Cisjordania ocupada, Líbano, Irán, Siria, Yemen y Qatar, según un informe publicado el 31 de diciembre de 2025. Los ataques variaron en naturaleza y se dirigieron a diferentes tipos de infraestructura y personal dentro de cada región.
Los ataques en Gaza y Cisjordania constituyeron una parte importante del total de ataques. Estas operaciones, según fuentes familiarizadas con el asunto, se dirigieron principalmente a la infraestructura y el personal militantes sospechosos asociados con Hamás y otras facciones palestinas. Los analistas militares sugieren que la mayor frecuencia de ataques en estas regiones refleja una escalada de las tensiones en curso y un cambio en la política de seguridad israelí hacia un enfoque más proactivo en la lucha contra las amenazas percibidas.
En Líbano, los ataques se centraron en áreas cercanas a la frontera, supuestamente dirigidos a posiciones de Hezbollah y escondites de armas. Fuentes dentro del gobierno libanés condenaron los ataques, afirmando que violaban la soberanía libanesa y desestabilizaban aún más la región. Se dieron justificaciones similares para los ataques dentro de Siria, donde las fuerzas israelíes supuestamente atacaron a grupos de milicias respaldados por Irán y envíos de armas. Estos ataques, según los analistas de defensa, son parte de una estrategia israelí de larga data para evitar el afianzamiento de la influencia iraní a lo largo de sus fronteras.
La inclusión de Irán, Yemen y Qatar en la lista de países atacados suscitó una considerable preocupación entre los observadores internacionales. Los detalles específicos sobre la naturaleza y la ubicación de los ataques dentro de estos países siguen siendo limitados. Sin embargo, fuentes de inteligencia sugieren que los ataques en Irán pueden haber tenido como objetivo instalaciones asociadas con su programa nuclear, mientras que los de Yemen pueden haberse centrado en los rebeldes hutíes respaldados por Irán. Los presuntos ataques en Qatar, un país que mantiene relaciones diplomáticas con Israel, son particularmente delicados y podrían tener importantes ramificaciones geopolíticas. Los funcionarios qataríes no han emitido ninguna declaración oficial.
El gobierno israelí no ha emitido una declaración exhaustiva que detalle los objetivos específicos o la justificación detrás de cada ataque. Sin embargo, los funcionarios han mantenido constantemente el derecho de Israel a defenderse contra las amenazas percibidas y han acusado a los países atacados de apoyar el terrorismo y desestabilizar la región. "Israel continuará tomando las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos y sus fronteras", declaró un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel en una rueda de prensa.
La comunidad internacional ha reaccionado con una mezcla de condena y llamamientos a la moderación. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó una sesión de emergencia para discutir la situación, y los estados miembros expresaron su preocupación por la posibilidad de una mayor escalada y el impacto humanitario de los ataques. Se están llevando a cabo negociaciones para reducir las tensiones y prevenir un mayor conflicto. El impacto a largo plazo de estos ataques en la estabilidad regional y las relaciones internacionales está aún por verse.
Discussion
Join the conversation
Be the first to comment