Un grupo de escritores, incluido el denunciante de Theranos y autor de "Mala sangre" John Carreyrou, ha presentado una demanda contra seis grandes empresas de inteligencia artificial, acusándolas de entrenar sus modelos con copias pirateadas de sus libros. La demanda apunta a Anthropic, Google, OpenAI, Meta, xAI y Perplexity, alegando infracción de derechos de autor. Este movimiento llega después de una demanda colectiva previa contra Anthropic, que resultó en un acuerdo de 1.500 millones de dólares, pero dejó a algunos autores insatisfechos con la resolución.
Los demandantes argumentan que el acuerdo de Anthropic propuesto parece servir a las empresas de inteligencia artificial en lugar de a los creadores, lo que les permite extinguir fácilmente reclamos de alto valor a precios de liquidación. Aseguran que las empresas de LLM (Modelo de Lenguaje Grande) no deberían poder utilizar libros pirateados para entrenar sus modelos, que generan miles de millones de dólares en ingresos, sin ser responsables del acto real de infracción de derechos de autor. "Las empresas de LLM no deberían poder extinguir tan fácilmente miles y miles de reclamos de alto valor a precios de liquidación, eludiendo lo que debería ser el costo real de su modelo de negocio", dijo un portavoz de los demandantes.
La demanda destaca la cuestión compleja de la infracción de derechos de autor en la industria de la inteligencia artificial. Mientras que las empresas de inteligencia artificial dependen de grandes cantidades de datos para entrenar sus modelos, incluyendo libros y otros materiales con derechos de autor, el uso de copias pirateadas plantea preguntas sobre la responsabilidad y la compensación justa para los creadores. En el caso anterior, un juez dictaminó que era legal que Anthropic y empresas de inteligencia artificial similares entrenaran con copias pirateadas de libros, pero que no era legal piratear los libros en primer lugar. Sin embargo, los demandantes argumentan que esta sentencia no va lo suficientemente lejos en cuanto a responsabilizar a las empresas de inteligencia artificial por sus acciones.
Las implicaciones de esta demanda van más allá de la industria de la inteligencia artificial, planteando preguntas más amplias sobre el papel de la tecnología en la sociedad y la necesidad de responsabilidad en la era digital. A medida que la inteligencia artificial sigue desempeñando un papel cada vez más importante en nuestras vidas, la cuestión de la infracción de derechos de autor y la compensación justa para los creadores solo seguirá creciendo en importancia. "Esta demanda no se trata solo de los autores que están demandando, sino del futuro de la creatividad y la innovación en la era digital", dijo un portavoz de los demandantes.
El estado actual de la demanda es que se ha presentado en un tribunal federal, y los demandantes están buscando daños y alivio inhibitorio. El resultado de la demanda probablemente tendrá implicaciones significativas para la industria de la inteligencia artificial y la forma en que las empresas abordan la infracción de derechos de autor en el futuro. A medida que el caso avanza, será estrechamente vigilado por expertos de la industria y creadores por igual, que están ansiosos por ver cómo los tribunales abordarán las cuestiones complejas en juego.
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