Una coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen declaró el sábado que intervendría para defender al gobierno reconocido internacionalmente si un grupo separatista no se retiraba pacíficamente del territorio tomado en las últimas semanas. El general de división Turki al-Malki, alto oficial militar saudí y portavoz de la coalición, que presta apoyo al gobierno yemení oficial, pidió la desescalada y la devolución del territorio. Dijo a los medios estatales saudíes que cualquier acción militar que contradijera estos esfuerzos sería tratada directa e inmediatamente.
El grupo separatista, conocido como el Consejo de Transición del Sur (CTS), utilizó la fuerza militar este mes para tomar partes de la provincia de Hadramaut, rica en petróleo, en el sur de Yemen, y de la provincia de al-Mahra, en el este. Amr al-Bidh, un alto funcionario de los separatistas, dijo el viernes que dos ataques aéreos saudíes habían tenido como objetivo a fuerzas afiliadas al grupo en Hadramaut. No se reportaron bajas, y Arabia Saudí no reconoció públicamente ningún ataque ni respondió a la reclamación.
El conflicto pone de relieve la compleja guerra de múltiples capas en Yemen, que se ha prolongado desde 2014. La guerra comenzó inicialmente como un conflicto interno entre el movimiento hutí, un grupo musulmán chiíta zaidí, y el gobierno del presidente Abdrabbuh Mansur Hadi. El conflicto se intensificó en 2015, cuando la coalición liderada por Arabia Saudí intervino en apoyo del gobierno de Hadi después de que los hutíes tomaran el control de la capital, Saná.
El CTS, fundado en 2017 con apoyo financiero y militar de los Emiratos Árabes Unidos, aliado de Arabia Saudí, busca la autodeterminación del sur de Yemen. La región fue un estado independiente, Yemen del Sur, hasta que se unificó con el norte en 1990. Las acciones del CTS han creado un conflicto paralelo dentro de la guerra civil yemení más amplia, enfrentándolos al gobierno reconocido internacionalmente, que también está respaldado por la coalición liderada por Arabia Saudí.
La guerra civil de Yemen ha creado una de las peores crisis humanitarias del mundo, con millones de personas enfrentándose a la hambruna y las enfermedades. Los esfuerzos internacionales para negociar una paz duradera han fracasado repetidamente. Las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales han pedido sistemáticamente un alto el fuego y una solución negociada al conflicto. Los últimos acontecimientos amenazan con desestabilizar aún más la región y socavar los esfuerzos por encontrar una resolución a la crisis actual.
Discussion
Join the conversation
Be the first to comment