Una coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen declaró el sábado que intervendría para defender al gobierno reconocido internacionalmente si los separatistas no se retiraban pacíficamente de los territorios recientemente tomados. El general de división Turki al-Malki, un alto oficial militar saudí y portavoz de la coalición, pidió la desescalada y la devolución del territorio en comentarios a los medios estatales saudíes, y añadió que cualquier acción militar en sentido contrario se abordaría "directa e inmediatamente".
El grupo separatista, conocido como el Consejo de Transición del Sur (CTS), empleó la fuerza militar este mes para tomar porciones de la provincia de Hadramaut, rica en petróleo, en el sur de Yemen, y de la provincia de al-Mahra, en el este. El CTS se estableció en 2017 con el respaldo financiero y militar de los Emiratos Árabes Unidos, un aliado saudí.
La advertencia de la coalición subraya el complejo conflicto de múltiples capas en Yemen, que se mantiene desde 2014. El conflicto inicialmente enfrentó al movimiento hutí, un grupo musulmán chiíta zaidí, contra el gobierno del presidente Abdrabbuh Mansur Hadi. Se cree que los hutíes, que controlan gran parte del norte de Yemen, incluida la capital, Saná, cuentan con el apoyo de Irán, lo que añade una dimensión regional al conflicto.
En 2015, una coalición liderada por Arabia Saudí intervino en Yemen con el objetivo declarado de restaurar el gobierno de Hadi. Sin embargo, la intervención ha resultado en una guerra prolongada, una grave crisis humanitaria y un panorama político fragmentado. La aparición del CTS como un actor importante complica aún más la situación. El CTS busca la independencia del sur de Yemen, una región que fue un estado separado, Yemen del Sur, hasta su unificación en 1990.
Las Naciones Unidas han pedido repetidamente un alto el fuego y una solución negociada al conflicto. Múltiples rondas de conversaciones de paz no han logrado producir una resolución duradera. La guerra ha tenido un impacto devastador en la población civil de Yemen, con millones de personas enfrentando la hambruna y el desplazamiento. Las organizaciones internacionales de ayuda han tenido dificultades para entregar asistencia debido a los continuos combates y las restricciones de acceso.
El viernes, Amr al-Bidh, un alto funcionario del CTS, afirmó que dos ataques aéreos saudíes habían tenido como objetivo a fuerzas afiliadas al grupo en Hadramaut. Al-Bidh informó que no hubo víctimas. Arabia Saudí no reconoció públicamente ningún ataque ni respondió a la acusación. El estado actual de las negociaciones entre la coalición liderada por Arabia Saudí y el CTS sigue sin estar claro, y la amenaza de una mayor escalada militar se cierne sobre el país.
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