Según una declaración reciente de Rani Johnson, CIO de Workday, los directores de informática (CIO) deben participar activamente en la experimentación con la inteligencia artificial en lugar de simplemente gobernar su implementación. El rápido avance de la tecnología de IA presenta tanto oportunidades como desafíos para los líderes de tecnología empresarial, lo que requiere un enfoque proactivo para evitar quedarse atrás.

Johnson enfatizó la importancia del aprendizaje práctico y la experimentación, afirmando que "el impacto real con la IA no comienza con diseños grandiosos e impecables. Comienza con el acceso, la confianza y el compromiso con el aprendizaje práctico". Recurrió a sus experiencias pasadas, incluida una empresa inicial que involucraba sistemas expertos para la selección de ropa, para ilustrar la resistencia común a las nuevas tecnologías y la miopía que a menudo la acompaña.

El panorama actual de la IA se caracteriza por una mezcla de exageración, miedo y presión, lo que hace que sea crucial que los CIO asuman un papel de liderazgo en la exploración del potencial de la tecnología. Esta participación activa les permite comprender los matices de la IA, identificar casos de uso relevantes y generar confianza dentro de sus organizaciones.

La IA, en esencia, implica la creación de sistemas informáticos capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, la resolución de problemas y la toma de decisiones. El aprendizaje automático, un subconjunto de la IA, permite a los sistemas mejorar su rendimiento con el tiempo a través de la experiencia. Los desarrollos recientes en IA incluyen avances en el procesamiento del lenguaje natural, la visión artificial y los modelos generativos de IA, como los que se utilizan para crear imágenes y texto.

Las implicaciones de la IA se extienden más allá de las aplicaciones empresariales, impactando a la sociedad en áreas como la atención médica, la educación y el transporte. Sin embargo, las preocupaciones sobre el sesgo, el desplazamiento laboral y las consideraciones éticas exigen una gobernanza cuidadosa y un desarrollo responsable.

La perspectiva de Johnson se alinea con un reconocimiento creciente de que los CIO deben evolucionar de guardianes a facilitadores de la innovación. Al fomentar una cultura de experimentación y proporcionar acceso a herramientas y recursos de IA, los CIO pueden capacitar a sus equipos para explorar el potencial de la tecnología e identificar oportunidades de mejora.

La siguiente fase implica escalar las iniciativas de IA exitosas e integrarlas en los procesos comerciales centrales. Esto requiere un enfoque estratégico, centrándose en las áreas donde la IA puede ofrecer el mayor valor y alineando las inversiones en IA con los objetivos comerciales generales. A medida que la IA continúa evolucionando, los CIO que adopten la experimentación y el aprendizaje práctico estarán en la mejor posición para sortear los desafíos y capitalizar las oportunidades que presenta.