La Autoridad de Transporte Metropolitano de la Ciudad de Nueva York (MTA, por sus siglas en inglés) retirará la MetroCard el 31 de diciembre de 2025, completando su transición a OMNY, un sistema de pago sin contacto. La medida marca el fin de una era para la tarjeta de plástico deslizable, que reemplazó a las fichas del metro en 1994 y modernizó el pago de tarifas para uno de los sistemas de transporte más grandes del mundo.
OMNY permite a los usuarios pagar las tarifas tocando con tarjetas de crédito, teléfonos inteligentes u otros dispositivos inteligentes en los torniquetes del metro y las cajas de cobro de los autobuses habilitados para OMNY. Los funcionarios de transporte informan que más del 90% de los viajes en metro y autobús se pagan actualmente utilizando el sistema "tap-and-go", que se introdujo por primera vez en 2019.
La transición a OMNY refleja una tendencia más amplia hacia los sistemas de pago sin contacto en las principales ciudades del mundo. Londres y Singapur han utilizado durante mucho tiempo tecnologías similares, y San Francisco lanzó su propio sistema de pago por uso a principios de este año, uniéndose a ciudades como Chicago. Estos sistemas aprovechan la tecnología de comunicación de campo cercano (NFC, por sus siglas en inglés), un tipo de comunicación inalámbrica de corto alcance que permite la transferencia segura de datos entre dispositivos que están muy cerca. NFC se basa en algoritmos para cifrar la información de pago, protegiendo los datos financieros de los usuarios.
La MetroCard, a pesar de su eventual obsolescencia, jugó un papel importante en la transformación de los viajes diarios en la ciudad de Nueva York. "La humilde MetroCard puede haber sobrevivido a su vida útil, pero en su día fue revolucionaria", dijo Jodi Shapiro, curadora del Museo del Transporte de Nueva York en Brooklyn. El museo inauguró una exposición a principios de este mes que reflexiona sobre la historia de la MetroCard.
El cambio a OMNY también plantea interrogantes sobre la privacidad de los datos y el sesgo algorítmico. Los sistemas de pago sin contacto generan grandes cantidades de datos sobre los patrones de viaje de los usuarios, que podrían utilizarse para la vigilancia o la publicidad dirigida. Es crucial que las agencias de transporte implementen medidas sólidas de seguridad de datos y políticas de transparencia para proteger la privacidad de los usuarios. Además, los algoritmos utilizados para gestionar el cobro de tarifas y la optimización del sistema deben evaluarse cuidadosamente para garantizar que no afecten de manera desproporcionada a ciertos grupos demográficos.
La MTA está trabajando para garantizar una transición sin problemas para todos los usuarios. Si bien el último día para comprar o recargar una MetroCard es el 31 de diciembre de 2025, la agencia planea ofrecer varios servicios de apoyo para ayudar a los usuarios a adaptarse al nuevo sistema. Esto incluye campañas educativas, asistencia in situ en las estaciones de metro y opciones para los usuarios que no tengan acceso a teléfonos inteligentes o tarjetas de crédito. La transición completa a OMNY representa un paso significativo hacia la modernización del sistema de transporte de la ciudad de Nueva York, pero también subraya la importancia de abordar las implicaciones éticas y sociales de las tecnologías impulsadas por la IA.
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