TikTok firmó oficialmente un acuerdo la semana pasada para ceder una parte de su entidad estadounidense a un grupo de inversores americanos, resolviendo una batalla de meses derivada de preocupaciones de seguridad nacional. El acuerdo se produce casi tres meses después de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva aprobando la venta de las operaciones de TikTok en EE. UU. a un grupo de inversores americanos.

Esta medida se produce tras cuatro años de controversia en torno a TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, debido a la preocupación de que el gobierno chino pudiera acceder a los datos de los usuarios. Estas preocupaciones colocaron a los usuarios estadounidenses en una posición precaria, que se puso de manifiesto a principios de este año cuando la aplicación sufrió una interrupción temporal en EE. UU., dejando a millones de personas en suspenso antes de que el servicio se restableciera rápidamente. TikTok había regresado tanto a la App Store como a Google Play Store en febrero.

El presidente Trump había anunciado previamente que el presidente Xi Jinping de China aprobó un acuerdo de TikTok, allanando el camino para que un consorcio de inversores estadounidenses controlara la plataforma. ByteDance declaró públicamente su compromiso de garantizar que la plataforma siga operativa.

Los detalles específicos del acuerdo, incluyendo el porcentaje exacto de la entidad estadounidense que se está cediendo y los nombres de los inversores americanos involucrados, no se han revelado por completo. Sin embargo, el acuerdo señala un paso significativo para abordar las preocupaciones del gobierno estadounidense con respecto a la seguridad de los datos y la posible influencia del gobierno chino.

La resolución de la situación de TikTok tiene importantes implicaciones para el panorama de las redes sociales. La plataforma, conocida por su contenido de vídeo de formato corto y su personalización basada en algoritmos, cuenta con una enorme base de usuarios, especialmente entre los jóvenes. La participación de inversores estadounidenses podría conducir a cambios en las políticas de moderación de contenidos de la plataforma, en las prácticas de gestión de datos y en la dirección estratégica general. La industria estará observando de cerca para ver cómo estos cambios impactan en la participación de los usuarios y en la dinámica competitiva dentro del mercado de las redes sociales.