El precio de las acciones de Tesla, que se disparó y alcanzó un máximo histórico este mes, se alimenta en parte de la confianza de los inversores en el potencial de la empresa para dominar el incipiente mercado de taxis autónomos, estimado en billones de dólares. Sin embargo, la realidad sobre el terreno sugiere que Tesla se enfrenta a importantes obstáculos para hacer realidad esta ambición.
Mientras Wall Street apuesta fuerte por el futuro del robotaxi de Tesla, el despliegue actual de la empresa está significativamente por detrás de sus competidores. En Austin, Texas, donde Tesla lanzó su servicio de robotaxi en junio, se han desplegado aproximadamente 30 vehículos, según un seguimiento independiente. Esto contrasta fuertemente con Waymo, la división de conducción autónoma de Alphabet, que comenzó a operar en Austin en marzo y actualmente tiene alrededor de 200 vehículos en la ciudad. Las operaciones más amplias de Waymo incluyen más de 2.500 vehículos en cinco ciudades, que ofrecen viajes pagados.
La disparidad se extiende más allá de las meras cifras. Si bien se ha observado que algunos vehículos Tesla operan de forma autónoma sin ocupantes en Austin, todos los robotaxis de Tesla que transportan pasajeros de pago todavía requieren un conductor de seguridad humano. Waymo, por otro lado, opera su flota de Austin completamente sin monitores humanos. Esta diferencia en la madurez tecnológica tiene importantes implicaciones para el coste y la escalabilidad.
El mercado de los robotaxis representa un cambio potencialmente transformador en el transporte urbano, que atrae una inversión y una competencia sustanciales. El éxito de Tesla en este ámbito es crucial para justificar su alta valoración y alcanzar sus objetivos de crecimiento a largo plazo. Sin embargo, la posición actual de la empresa sugiere que necesita acelerar su desarrollo tecnológico y su despliegue para competir eficazmente con actores establecidos como Waymo.
De cara al futuro, la capacidad de Tesla para superar sus limitaciones actuales determinará su éxito a la hora de captar una parte significativa del mercado de los robotaxis. Los inversores y los observadores de la industria seguirán de cerca los avances de la empresa en la consecución de la plena autonomía, la ampliación de su huella operativa y la reducción de su dependencia de los conductores de seguridad humanos.
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