La ciudad de Belén, considerada el lugar de nacimiento de Jesús, ha visto un aumento significativo en la expansión de asentamientos israelíes, lo que ha generado preocupación entre los cristianos palestinos de que su presencia y herencia estén siendo borradas. Según un informe reciente, el número de colonos israelíes en Cisjordania ha crecido casi un 40% en la última década, con muchos asentamientos que se adentran en tierras palestinas, incluyendo áreas de importancia histórica y cultural para la comunidad cristiana.
"Es una sensación de borrado, una sensación de desposesión", dijo Nader Abu Amr, un cristiano palestino e historiador, en una entrevista con Al Jazeera. "Estamos siendo expulsados de nuestra propia tierra, y nuestra historia está siendo borrada". Los comentarios de Abu Amr reflejan las preocupaciones de muchos cristianos palestinos que sienten que su presencia en la Tierra Santa está siendo amenazada por la expansión de los asentamientos israelíes.
El crecimiento de los asentamientos israelíes en Cisjordania ha sido un tema controvertido durante décadas, con muchos palestinos y organizaciones internacionales argumentando que socava las perspectivas de una solución de dos estados al conflicto israelí-palestino. La expansión de los asentamientos también ha llevado a un aumento de las tensiones entre palestinos y colonos israelíes, con informes de violencia y acoso contra residentes palestinos.
La ciudad de Belén, en particular, ha sido afectada por la expansión de los asentamientos israelíes. La barrera de separación, que fue construida por Israel en 2002, ha cortado efectivamente la ciudad de las áreas palestinas circundantes, dificultando que los residentes accedan a sus tierras y medios de vida. La expansión de los asentamientos en la zona también ha llevado a la destrucción de hogares y negocios palestinos, lo que ha exacerbado aún más la crisis humanitaria en la ciudad.
A pesar de los desafíos que enfrentan los cristianos palestinos, muchos están decididos a preservar su herencia y presencia en la Tierra Santa. "No seremos borrados", dijo Abu Amr. "Seguiremos viviendo aquí, adorando aquí y preservando nuestra historia y cultura". La comunidad cristiana palestina está trabajando para documentar su historia y cultura, y para preservar su herencia frente a la expansión de los asentamientos israelíes.
El estado actual del conflicto israelí-palestino sigue siendo incierto, con negociaciones y tensiones en curso entre las dos partes. Sin embargo, la expansión de los asentamientos israelíes sigue siendo un obstáculo importante para un acuerdo de paz duradero. A medida que la situación en el terreno sigue deteriorándose, la comunidad cristiana palestina sigue comprometida con la preservación de su presencia y herencia en la Tierra Santa.
En un comunicado, la comunidad cristiana palestina pidió apoyo y reconocimiento internacional de sus derechos como pueblo indígena en la Tierra Santa. "Instamos a la comunidad internacional a tomar medidas para detener la expansión de los asentamientos israelíes y a reconocer nuestros derechos como cristianos palestinos a vivir en paz y dignidad en nuestra tierra ancestral", dijo el comunicado.
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