Los precios de la plata se dispararon el viernes, liderando un amplio repunte en los metales preciosos a medida que los temores sobre la deuda y la inestabilidad geopolítica impulsaban la demanda de los inversores. La plata alcanzó un máximo histórico de 78 dólares por onza, un salto del 9,6% en el día. El oro también alcanzó un nuevo máximo de 4.561 dólares por onza, un 1,3% más. El platino y el paladio experimentaron ganancias aún más significativas, con un aumento del 10,5% y el 13% respectivamente.

En lo que va del año, la plata se ha disparado un 169%, el platino un 172% y el paladio un 124%. Estas ganancias superaron significativamente el aumento del 73% del oro, así como el aumento del 42% de Nvidia y el avance del 18% del S&P 500. El repunte de los metales preciosos se produjo mientras que las acciones estadounidenses se mantuvieron relativamente sin cambios después de las vacaciones de Navidad.

El aumento en los precios de los metales preciosos reflejó la creciente preocupación de los inversores sobre los niveles de deuda global y la escalada de las tensiones geopolíticas. Los recientes ataques militares estadounidenses contra objetivos del Estado Islámico en Nigeria, junto con la continua presión de la administración Trump sobre la industria petrolera de Venezuela, contribuyeron a la incertidumbre del mercado. El despliegue por parte del Pentágono de activos militares adicionales en el Caribe aumentó aún más la ansiedad.

El aumento de los precios de la plata, el platino y el paladio es particularmente beneficioso para las empresas mineras involucradas en su extracción. Estas empresas están preparadas para ver un aumento en los ingresos y la rentabilidad a medida que la demanda de estos metales continúa creciendo.

De cara al futuro, los analistas anticipan que los metales preciosos seguirán siendo atractivos para los inversores mientras persistan los riesgos geopolíticos y las incertidumbres económicas. Las acciones militares en curso y las disputas comerciales sugieren que la tendencia alcista en los precios de los metales preciosos puede continuar en el corto plazo. Sin embargo, cualquier desescalada significativa de las tensiones o mejora en las perspectivas económicas podría conducir a una corrección en el mercado.