Los juegos más jugados de un gamer en 2025 revelaron una clara preferencia por las experiencias de mundo abierto, una tendencia que el jugador atribuye a la influencia del título de los años 90, Wing Commander: Privateer. Según los resúmenes anuales del jugador en Steam y PlayStation, similares a Spotify Wrapped, títulos como No Man's Sky, Assassin's Creed Shadows y la serie The Elder Scrolls dominaron su tiempo de juego.

El jugador declaró que, con la excepción de Civilization VII y Unreal Tournament, sus juegos principales ofrecían experiencias inmersivas en mundos ficticios expansivos. Esta preferencia, dijo, se remonta a sus primeras experiencias con Wing Commander: Privateer.

"Privateer me enseñó que me encantan los juegos que son espacios para vivir cualquier vida ficticia que cree para mí", explicó el jugador, destacando el impacto del juego en sus gustos de juego. Este sentimiento se hace eco de las experiencias de muchos jugadores en los años 90, quienes encontraron en Privateer una combinación única de combate espacial y juego de rol de final abierto.

Wing Commander: Privateer, lanzado en 1993, permitió a los jugadores asumir el papel de un piloto independiente en el universo de Wing Commander, ganando dinero a través del comercio, la piratería o el trabajo mercenario. Esta libertad para elegir el propio camino fue una desviación de las narrativas más lineales de otros juegos de combate espacial de la época, como Wing Commander II: Vengeance, que obtuvo altas calificaciones por su narración cinematográfica, pero ofreció menos agencia al jugador.

Los hábitos de juego del jugador en 2025 sugieren que el atractivo de la libertad de mundo abierto, experimentado por primera vez en Privateer, continúa impulsando sus elecciones de juego. La perdurable popularidad de juegos como The Elder Scrolls III: Morrowind, lanzado originalmente en 2002, subraya aún más el impacto duradero de las experiencias inmersivas impulsadas por el jugador.