Durante el verano de 2025, las olas de calor generalizadas sobrecargaron las redes eléctricas en América del Norte, Europa y Oriente Medio, lo que provocó un renovado interés en las tecnologías de refrigeración pasiva. A medida que se intensifica el calentamiento global, la demanda de aire acondicionado ejerce una presión cada vez mayor sobre la infraestructura energética. El enfriamiento radiativo, un concepto milenario mejorado por la ciencia de los materiales moderna, ofrece una solución potencial al dispersar la luz solar y disipar el calor sin necesidad de energía adicional.

El enfriamiento radiativo es un fenómeno natural en el que los objetos liberan calor al medio ambiente. "El enfriamiento radiativo es universal: existe en todas partes en nuestra vida diaria", dijo Qiaoqiang Gan, profesor de ciencia de los materiales y física aplicada en la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah en Arabia Saudita. Gan explicó que los objetos absorben el calor del sol durante el día e irradian parte de él por la noche. Este proceso explica por qué los coches aparcados al aire libre durante la noche a menudo tienen condensación en sus techos, ya que el metal disipa el calor, enfriando la superficie por debajo de la temperatura ambiente del aire y provocando la formación de rocío.

Los humanos han utilizado el enfriamiento radiativo durante miles de años. En las regiones desérticas de Irán, África del Norte e India, la gente históricamente fabricaba hielo dejando charcos de agua expuestos a cielos desérticos despejados durante la noche, aprovechando el efecto de enfriamiento radiativo.

La investigación moderna se centra en el desarrollo de pinturas, revestimientos y textiles avanzados que maximicen la eficiencia del enfriamiento radiativo. Estos materiales están diseñados para reflejar la luz solar en un amplio espectro y emitir eficientemente radiación infrarroja, lo que les permite enfriar las superficies por debajo de la temperatura del aire circundante. Las implicaciones de la adopción generalizada de estos materiales son significativas, ya que podrían reducir la dependencia del aire acondicionado y aliviar la presión sobre las redes eléctricas, especialmente durante los períodos de máxima demanda.