El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, declaró que Estados Unidos, Israel y Europa están involucrados en una "guerra en toda regla" contra Irán, según una entrevista publicada el sábado en el sitio web oficial del Líder Supremo, el ayatolá Ali Khamenei. Pezeshkian afirmó que estas naciones están trabajando activamente para desestabilizar Irán. "En mi opinión, estamos en una guerra en toda regla con Estados Unidos, Israel y Europa. No quieren que nuestro país se mantenga en pie", dijo.
Las declaraciones del presidente preceden a una reunión programada para el lunes entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente estadounidense, Donald Trump. Las tensiones en la región se han intensificado desde que ataques militares conjuntos israelíes y estadounidenses tuvieron como objetivo activos iraníes seis meses antes. Además, Francia, Alemania y el Reino Unido restablecieron las sanciones de las Naciones Unidas contra Irán en septiembre, citando preocupaciones sobre su programa nuclear. Estas sanciones, inicialmente levantadas en virtud del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015, fueron restablecidas después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informara de incumplimientos del acuerdo.
El JCPOA, también conocido como el acuerdo nuclear con Irán, fue un acuerdo entre Irán y el P5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas – China, Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos – más Alemania) y la Unión Europea. Establecía restricciones al programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones económicas. Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo en 2018 bajo la administración Trump, restableciendo las sanciones y provocando una reversión gradual de los compromisos de Irán con el acuerdo.
El gobierno iraní considera el restablecimiento de las sanciones como un acto de guerra económica, que impacta severamente su economía y limita su capacidad para participar en el comercio internacional. La moneda del país se ha desplomado a nuevos mínimos, exacerbando las dificultades económicas para los iraníes comunes. A nivel nacional, el gobierno de Pezeshkian enfrenta una presión creciente para abordar estos desafíos económicos.
Los analistas sugieren que la fuerte retórica de Pezeshkian puede tener como objetivo galvanizar el apoyo interno y señalar la determinación frente a las presiones externas. También sirve como un mensaje a la comunidad internacional, particularmente antes de la reunión Netanyahu-Trump, destacando la percepción de Irán de estar bajo asedio. La situación sigue siendo volátil, con potencial para una mayor escalada dependiendo de los esfuerzos diplomáticos y el posicionamiento militar en la región. La comunidad internacional está observando de cerca cualquier acontecimiento que pueda desestabilizar aún más el ya tenso panorama geopolítico.
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