El año 2025 fue testigo de la rápida proliferación de la inteligencia artificial en diversos sectores, lo que condujo a la aparición de una nueva terminología que moldeó el discurso en torno a la tecnología. A medida que el año llega a su fin, es evidente que la influencia de la IA no hace más que crecer, con términos como "superinteligencia" y "codificación de vibraciones" que se han vuelto comunes en los debates de la industria.
Uno de los términos más destacados que surgió fue "superinteligencia", que se refiere a una IA hipotética que supera la inteligencia humana en todos los aspectos. Meta Platforms, en julio, anunció la formación de un equipo de IA dedicado a la búsqueda de la superinteligencia, ofreciendo, según se informa, paquetes de compensación que alcanzan las nueve cifras para atraer a los principales expertos en IA de empresas rivales. El jefe de IA de Microsoft se hizo eco de este sentimiento en diciembre, consolidando aún más la superinteligencia como un área clave de enfoque para los principales actores tecnológicos. La búsqueda de la superinteligencia suscita tanto entusiasmo como preocupación, con defensores que vislumbran posibilidades utópicas y críticos que advierten de posibles consecuencias distópicas para la humanidad.
El auge de estos términos refleja una tendencia más amplia de la IA que impregna la vida cotidiana y los campos profesionales, lo que exige que las personas se mantengan informadas sobre los últimos avances y sus posibles impactos.
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